lunes, 13 de febrero de 2017

¿COMO, Y A QUIENES SE VENDEN LOS CAMPOS DE GOLF EN ESPAÑA?




Después de unos años de "encefalograma plano" algo importante se está moviendo en el Golf Español. Se trata, nada menos, que el cambio de propiedad de un número importante de campos en nuestro país.
1.-¿Quienes son los vendedores?, Se trata de una respuesta compleja, ya que son de varios tipos y tienen diferentes motivaciones. El sector más numeroso de este grupo de vendedores es la banca u otras instituciones financieras. Este segmento está en un momento en que tiene necesidad imperiosa de vender. Su proceso de "parking" de activos adjudicados, palabras bastante antipáticas para ellos, está llegando a su fin. Las normativas, tanto del Banco de España, como del propio Banco Central Europeo, ya les aprietan tanto, que no pueden seguir teniendo ese "veneno" en sus venas que les consume capital y que les drena recursos para su actividad core. Sobre las condiciones de venta de estos campos en manos de las instituciones financieras, habría bastante que comentar. Por un lado, parece que pueden ser bastante favorables en los precios, ya que sus "book value" están bastante bajos debido a las grandes provisones que han tenido que dotar. Pero el precio no es el único factor a tener en cuenta para una transacción de un campo de Golf. Más importante es su operación y su adecuación al mercado. En ese punto hay que mirar muy bien la situación operativa en que se han quedado esos activos tras su etapa de "parqueo" en los balances de los bancos. Me preocupa mucho las decisiones que han tomado los responsables de los campos por parte de esas instituciones, ya que, en general, los han gestionado con criterios muy poco expertos y les ha preocupado mucho más el balance que la cuenta de resultados. En resumen, se trata de un segmento de vendedores muy importante, pero hay que mirar bien lo que nos encontramos, y no sólo el precio. En este mismo grupo comentado hay que incluir a la SAREB, que ha sido el "desaparcador" público de muchos de esos activos adjudicados a los bancos. La casuística en este caso es la misma.